viernes, 28 de enero de 2011

ANALISIS DE TEXTO: EL RESUMEN

CASTELLANO Y LITERATURA I - SECCION 202-V

"Antes de conquistar una cima, es solo un ideal, una aspiración que se alimena de tenacidad y de confianza".

Resumir textos es una de las muchas estrategias de comprensión y producción usadas socialmente y en los ámbitos académicos. Generalmente no se suele enseñar de forma explícita. Se da por sabida, por el hecho mismo que un individuo sabe leer y escribir. La experiencia demuestra las dificultades para inferir e interpretar información, cuesta resumir textos.
Resumir es una actividad textual compleja, una estrategia para procesar Información, de gran utilidad social; es la acción y efecto de resumir, es la presentación abreviada y precisa del contenido de un documento, incluye las ideas principales, sin interpretación crítica, debe ser objetivo y tiene que plantear el concepto general del texto, con todas sus ideas fundamentales y las secundarias que sean necesarias para el entendimiento. El autor del resumen debe saber hallar el hilo esencial. La forma más usual de hacer un resumen es subrayar las partes principales, tomando nota de las palabras clave.
Las fases en el proceso de “resumir” son las siguientes
Análisis
-Lectura rápida del documento primario para localizar las categorías temáticas y los párrafos más relevantes.
-Toma de notas y subrayado de las partes del documento que mejor representen el contenido del mismo.
-Lectura profunda de las partes fundamentales.
-Disociar lo sustancial de lo accidental.
-Omitir la información que resulte obvia o conocida.
Síntesis
-Reorganizar y recomponer la información resultante del análisis (ideas principales, métodos… ).
-Releer el resumen para filtrar y depurar la información.
Son muchos los autores (Lancaster, Borko, Pinto, Chaumier… ) y normas (ISO 214-1976, ANSI, … ) que dan recomendaciones sobre la elaboración y redacción del resumen. Vamos a entresacar algunas de las que de dan como generales para elaborar un buen resumen.
Contenido
-Empezar con una frase representativa del contenido del documento, pero no parafrasear el título
-Utilizar la secuencia: objetivos, metodología, resultados y conclusiones
-Lo que debe incluir depende de la naturaleza del documento (científico, histórico.. )
-Recoger todos los conceptos importantes del documento
-Será fiel al original, no introduciremos variaciones, ni interpretaciones Evitar la redundancia
-Evitar aclaraciones innecesarias o información obvia y conocida
-No recoger los ejemplos
-Evitar juicios personales
Estilo
-El resumen es un todo coherente, tiene una integridad
-Estilo claro, fluido y conciso
-No empezar con “Este artículo, Este documento, El autor… “
-No extraer frases textuales
-Utilizar frases cortas, pero a la vez evitar el estilo telegráfico
-Utilizar frases completas y bien articuladas
-La forma verbal estará cerca del sujeto
-No se mezclaran distintas formas verbales
-Se utilizará la tercera persona, la voz activa y el tiempo presente Ejemplo: “El incremento de moléculas reduce el oxígeno” y no “El oxigeno es reducido por el aumento de moléculas”
-Utilizar el vocabulario del autor
-No utilizar siglas ni abreviaturas, a no ser que sean muy conocidas “ONU”
Por lo tanto, según lo expuesto anteriormente, las características básicas de todo resumen son:
-Objetividad (garantiza la calidad del resumen)
-Pertinencia
-No redundancia
-Respeto del principio de entropía (o economía del lenguaje) [se basa en expresar la mayor cantidad de información utilizando el menor nº de palabras]
-Coherencia (es el grado de relevancia entre las partes del resumen) en dos aspectos: mantener el orden de las proposiciones o ideas del documento y la coherencia lingüística (normas gramaticales, ortográficas y sintácticas)
-Actualidad => debe reducirse al mínimo el tiempo transcurrido entre la publicación del documento y la elaboración del resumen
Estructura del resumen
Un resumen se estructura en las siguientes partes:
1. Sección de referencia (encabeza el resumen)
- Conforme a una normativa internacional (ISO 690-1987, UNE 50-140-94) - Ayuda a contextualizar y recuperar la información - Elementos : Autor, título, fuente, fecha y páginas

2. Cuerpo => se trataría del resumen propiamente dicho
3. Clasificación => si el sistema lleva un sistema de clasificación
4. Sección de firma => autor del resumen

Además, existen una serie de pautas que nos ayudan a estructurar la información, y que deben estar presentes en todo resumen:
- Objetivos, finalidad y alcance.- Se deben recoger los objetivos principales o el tema del estudio, salvo que aparezca en el título
- Metodología.- Los métodos de investigación no deben describirse salvo que ayuden a explicar el texto o se trate de técnicas nuevas.
- Resultados y conclusiones.- Se requiere una representación clara de los mismos.
Condicionantes en la elaboración del resumen
Hay una serie de factores que van a influir en la elaboración del resumen:
1. El documento original (si es un informe, un artículo… ) que condicionará la descripción del contenido
2. Tipo de resumen que vamos a realizar
3. Destinatarios a los que va dirigido
4. Condiciones de trabajo y disponibilidad temporal
5. Finalidad del resumen.
Tipos de resumen:
Resumen informativo
Sintetiza el contenido del texto original, el mensaje de la comunicación, y es muy útil para dar una idea rápida y general del texto. Es la reducción de un texto, en unas proporciones que pueden ser propuestas, pero que en general suele ser de un 10% a 25% del texto escrito, con las propias palabras del redactor en las que se expresan las ideas del autor. Generalmente, da la información más destacada sobre el tema a calificar, nos proporciona la parte más sutil y más destacada del texto o tema.
Resumen descriptivo
Explica la estructura del escrito, así como las partes fundamentales, las fuentes o el estilo, y es muy útil en textos extensos o complejos porque ayudan al lector a comprender la organización de este y localizar en él los datos que le puedan interesar.

martes, 25 de enero de 2011

LA GRAMATICA EN LA REDACCIÓN

PARA LA SECCION 202-V. CASTELLANO Y LITERATURA I.

"Lo que convierte la vida en una bendición no es hacer lo que nos gusta, sino que nos guste lo que hacemos".

LA GRAMÁTICA EN LA REDACCIÓN:
Se conoce con el término de gramática al estudio de las reglas y los principios que rigen y regulan el uso de las lenguas y cómo las palabras deben estar organizadas dentro de una oración. Pero a la vez, la gramática, es en efecto el conjunto de reglas y principios que mandan en el uso de un lenguaje determinado, porque cada lenguaje ostenta una propia y exclusiva gramática.
En la gramática española el término fue introducido por Antonio de Nebrija. Modernamente el término categoría gramatical se refiere a una variable lingüística que puede tomar diferentes valores que condicionan la forma morfológica concreta de una palabra mucho más general que el uso tradicional del término.
La gramática tradicional distingue nueve partes de la oración (las ocho de Nebrija más el artículo):
1. Determinante
2. Sustantivo o nombre.
3. Pronombre
4. Verbo
5. Adjetivo
6. Adverbio
7. Preposición
8. Conjunción
9. Interjección
Un determinante es morfema que, siendo adyacente un sintagma nominal. Cumple la función de cuantificar o especializar. Los determinantes puedes ser artículos o Pronombres demostrativo, posesivos, numerales, interrogativos y exclamativos.
La gramática tradicional caracterizó imperfectamente El Pronombre como una «palabra que sustituye al nombre», aunque en el análisis moderno este análisis no es correcto. El punto de vista moderno considera que los pronombres son el núcleo sintáctico de un sintagma determinante, mientras que un nombre es el núcleo de un sintagma nominal. Los pronombres son una categoría universal y todas las lenguas poseen algún tipo de pronombres, como los personales/posesivos y los deícticos (como: tú, hoy, aquí, esto). En los pronombres posesivos, y generalmente también en los personales, todas las lenguas distinguen al menos tres formas o personas: primera persona, segunda persona, tercera persona.
La siguiente tabla muestra algunas de las relaciones existentes entre pronombres y determinantes:

Función Función
pronominal determinante

Personal (1ª/2ª) yo yo desayuno
Personal (3ª) / Artículo agárrala agarra la silla
Posesivo Éste es mío Éste es mi lápiz
Demostrativo Quiero éste Quiero este lápiz
Indefinido ¿Has visto alguno? ¿Has visto algún pez?
Interrogativo ¿Quién fue? ¿Qué persona?


Personales: Van en lugar del nombre, indica la persona gramatical que esté representando y pueden ser:
tónicos (no-clíticos) (de casos nominativo-vocativo y preposicional) (yo, tú, él, ... mí, ti, sí, ...) átonos (clíticos) (de casos acusativo y dativo) (me, te, se; le, lo, la; nos, os; ...) reflexivos y recíprocos (me, te, se, nos, os) posesivos: mío, tuyo, suyo.
Demostrativos: este, ese, aquel. sirven para denotar a un referente variable (persona, animal o cosa) según el grado de proximidad al hablante y el oyente.
relativos que, cual, quien, cuyo. Sirven para reproducir palabras o conceptos anteriores.
interrogativos o exclamativos (enfáticos) qué, cuál, quién, cuánto, y sus combinaciones. Son las palabras usadas para preguntar, de manera directa (¿?), o indirecta, o para exclamar (¡!). Ortográficamente se distinguen de los determinantes relativos en que llevan tilde.
Indefinidos varios, algunos, mucho, poco, nadie, nada, cualquiera. Son los que expresan nociones de cantidad, identidad o de otro tipo de manera vaga o indeterminada.
numerales indican la cantidad exacta del sustantivo al que sustituyen.
LOS VERBOS:son palabras que expresan acción, estado o proceso.
Su forma es muy variable, ya que está constituida por un lexema y una desinencia que comprende seis morfemas verbales: Persona, Número, Tiempo, Modo, Voz;
Las personas de las formas verbales pueden ser:
Primera Persona: Cuando la acción la realiza al hablante solo: "juego ", y puede acompañar el pronombre personal " yo" ; o el hablante con otras personas: jugamos, con el pronombre "nosotros / nosotras" .
Segunda persona: Realiza la acción el oyente solo: "juegas" (tu) o el oyente con otras personas distintas del hablante "jugáis" (vosotros o vosotras).
Tercera persona: Realiza la uno o varios seres: " juega " (el, ella, el niño, la niña). " juegan" (ellos, ellas, los niños, las niñas), o uno o varios objetos (el libro, los libros), que no sean oyentes ni hablantes de la comunicación.
El Número: es una marca de concordancia impuesta por el sujeto. Las formas verbales pueden ir en singular: yo hablo o en plural: nosotros hablamos. No presentan variaciones de número las formas no personales del infinitivo y gerundio: hablar, hablando. Los verbos unipersonales sólo presentan formas verbales en singular, por su referencia nocional de la impersonalidad: nieva, nevaba. A veces, aparecen usos verbales que presentan una relación especial de concordancia con el sujeto, el verbo puede aparecer en plural con sujetos en singular: Eso son amores; este tipo de discordancia es aceptada porque responde a razones de significación o de sentido, porque, aunque el sujeto vaya en singular tiene significado de plural.
El Tiempo: es la categoría gramatical que ubica el acontecer del verbo en el imaginario eje del tiempo natural o real del hablante. Se trata de una categoría deíctica. El tiempo es un concepto de medida; el hablante necesita expresar la fecha de las acciones, o comportamientos que expresa con el verbo, y para ello utiliza un segmento imaginario, en el que el punto de partida es presente, todo lo anterior es pasado y lo que queda por venir, futuro.
La oposición básica se establece entre el presente, el pasado y el futuro, acción simultánea, anterior y posterior respectivamente al ahora del hablante. El presente es puntual, pero en la conciencia del hablante abarca lo que acaba de ser presente y es pasado y lo que es todavía futuro, pero que va a ser presente de inmediato. El hablante, la realidad que mejor conoce es la que ha vivido, la que se ha dado en el pasado. La realidad del presente la conoce, pero no la ha asimilado, y la realidad del futuro la desconoce. Por eso, en la conjugación española hay más tiempos verbales en el pasado que en el presente y en el futuro.
Los tiempos verbales del modo indicativo son:
Tiempos del presente: presente: amo, temo, parto; pretérito perfecto: he amado, he temido, he partido.
Tiempos de pasado: pretérito imperfecto: amaba, temía, partía; pretérito indefinido o pretérito perfecto simple: amé, temí, partí; condicional simple: amaría, temería, partiría; pretérito pluscuamperfecto: había amado, había temido, había partido; pretérito anterior o con pretérito: hube amado, hube temido, hube partido; condicional compuesto: habría amado, habría temido, habría partido.
Tiempo del futuro: futuro simple: amaré, temeré, partiré; futuro compuesto: habré amado, habré temido, habré.
El Modo: indica la actitud del hablante ante el enunciado y significación verbal: la actitud puede ser objetiva o subjetiva. Ésta puede presentarse como un hecho cierto, o bien, considerar que su realización será más o menos incierta, virtual, hipotética, deseable, deseada, dudosa... Es una categoría específica del verbo. Si el hablante expresa la realidad de forma objetiva, sin tomar parte de ella, utilizará el modo indicativo, el modo de la realidad: Sergio estudia mucho; Hace calor; Mañana iremos al cines el hablante participa en el enunciado, expresa de una forma subjetiva deseo, duda, temor..., utilizará el modo subjuntivo de la no realidad, de la representación mental: Ojalá tenga suerte; Es posible que lo haga. La gramática tradicional distingue cuatro modos verbales: indicativo, subjuntivo, condicional e imperativo, en realidad son dos los modos verbales: indicativo y subjuntivo, que corresponden a la doble actitud posible del hablante ante el enunciado: objetiva y subjetiva.
Los Modos tradicionales imperativo y condicional no son más que variantes del modo subjuntivo y del modo indicativo: el imperativo del subjuntivo y el condicional del indicativo.
El modo indicativo es el modo actualizador por excelencia. Sus formas sitúan el acontecer en un lugar y momento dados. Sus formas verbales expresan que el hablante considera la acción o proceso como algo perteneciente a la realidad, que posee existencia objetiva: El muchacho está aquí. Había acudido mucho público. Iré a tu casa hoy.
El modo subjuntivo es el modo de lo virtual, ofrece la significación del verbo sin actualizar y a él pertenecen las formas verbales con las que el hablante considera la acción o proceso como algo irreal, como un hecho que existe en su pensamiento pero al que no puede atribuir fuera de éste, existencia real con seguridad: Espero que estés en casa; Ojalá lo hagas; Acaso vaya.
El modo imperativo expresa mandato u orden, función apelativa, se utiliza exclusivamente en situación de discurso. El mandato es la subjetivación del enunciado con matiz significativo optativo en grado máximo, sólo se utiliza en la segunda persona. Así, el imperativo queda incluido por su significado verbal en el modo subjuntivo. En su uso se confunde o alterna con el subjuntivo. El imperativo sólo acepta forma afirmativa: Ven tú. Venid vosotros. La forma negativa de mandato se expresa en presente de subjuntivo: No lo hagáis. Para expresar mandatos indirectos u órdenes referidas a otras personas gramaticales, que no sea la segunda, se utiliza también el presente de subjuntivo: Lo digan ellos.
El modo condicional es un tiempo verbal creado en las lenguas románicas, no existía en latín. Procede de la perífrasis latina del pretérito imperfecto de indicativo + infinitivo.A lo largo de la historia de la lengua, el condicional ha presentado vacilaciones significativas de uso e incluso terminológicas. En principio, se denominó modo potencial, por su significación hipotética o posible: Me compraría un coche si pudiera; en la actualidad la Real Academia Española lo denomina condicional, por influjo de la gramática francesa y por ser el tiempo característico de las condicionales.
Por su significado, es un futuro hipotético, indica siempre una acción futura respecto a otra. Se incluye como variante de modo indicativo, porque el hablante lo utiliza como expresión de una acción real.
En el uso actual se sustituye o alterna con el pretérito imperfecto de indicativo en las oraciones condicionales: Si tuviera dinero, me compraría una casa o me compraba una casa.
La Voz: es la categoría gramatical que indica si el sujeto realiza la acción, la recibe o la sufre. Hay dos voces, activa y pasiva. La voz activa indica que el sujeto gramatical coincide con el agente de la acción expresada por el verbo, acción que se ejerce sobre un objeto: Pedro compró una casa. En la voz pasiva, el sujeto no realiza la acción, sino que la recibe o padece, el sujeto coincide con el objeto. El agente puede estar especificado o no: La casa fue comprada por Pedro. El verbo español ha perdido las formas propias de la voz pasiva latina, para su expresión se utiliza el verbo ser más el participio del verbo conjugado, en concordancia con el sujeto: El león es temido; Los leones son temidos. No existen, en español, morfemas específicos de voz. Sólo admiten la voz pasiva aquellos verbos que pueden usarse como verbos transitivos.
Otra forma de expresión de la voz pasiva es la pasiva refleja, que aparece en construcciones en voz activa con el pronombre se y significado pasivo: Se abren las puertas de la catedral a las diez. El sujeto gramatical las puertas recibe la acción del verbo (abren: son abiertas). Se, morfema indicativo de voz pasiva, indica que el sujeto gramatical debe interpretarse como objetivo.
CLASES DE VERBOS.
Desde un punto de vista formal los verbos pueden ser regulares, irregulares y defectivos. Según criterios morfosintácticos, los verbos se clasifican en verbos auxiliares, plenos, copulativos, predicativos, transitivos, intransitivos, pronominales, regulares, irregulares y defectivos, y según su significado léxico en verbos perfectivos e imperfectivos, incoativos, frecuentativos e iterativos.
VERBOS REGULARES E IRREGULARES.
Los verbos regulares son los verbos que en las distintas formas que pueden adoptar en su conjugación se ajustan siempre a las formas del verbo que se toma como modelo en la conjugación a la que pertenece. Saltar, partir, amar.
Los verbos irregulares son aquellos que no siguen los modelos clásicos de la conjugación, ya que presentan alteraciones en la raíz o en el lexema: cuelo de colar, debía ser colo; en el morfema o terminación: anduve, de andar, debería ser andé, o en ambas partes a la vez: puso, de poner, debería ser ponió. Las irregularidades de las formas verbales están motivadas por transformaciones fonéticas que han sufrido estas formas a lo largo de la historia de la lengua, y que han llegado a soluciones múltiples, por lo que no es fácil agrupar las irregularidades de los verbos españoles ni reducirlas a reglas fijas. Se clasifican en verbos irregulares totales y verbos irregulares parciales.
Los verbos irregulares totales son los que cambian totalmente de forma en su conjugación. Son los verbos ir: yo voy, tú ibas, él fue, y ser: nosotros somos, vosotros erais, ellos fueron. Los verbos irregulares parciales son los que cambian sólo en parte, en las distintas formas que presentan en su conjugación, son todos los verbos irregulares excepto ser e ir: anduvo, piensas, tuvo, tendríamos.
EL ADJETIVO: (del latín adjectīvus, "que se agrega") es una parte de la oración que acompaña al sustantivo o nombre para determinarlo o calificarlo; expresa características o propiedades atribuidas a un sustantivo, ya sean concretas (el libro verde, el libro grande), ya sean abstractas (el libro difícil). Estos adjetivos acompañan al sustantivo libro y cumplen la función de especificar o resaltar alguna de sus características y se dice que lo determinan, pues, al añadir un adjetivo ya no se habla de cualquier libro, sino precisamente de un libro verde, o de uno grande.
En cuanto a su morfología, el adjetivo posee en español accidente de género o de número para concordar con el sustantivo del cual es adyacente. Existen adjetivos de una terminación (fuerte, falaz, hábil, débil...) que no experimentan variación de género, aunque sí de número, y de dos terminaciones (bueno/buena, malo/mala, etc.) a) en masculino y femenino, plural y singular:
1) adjetivos posesivos: - mío > mi, - tuyo > tu, - suyo > su;
2) adjetivo indefinido cualquiera: - cualquiera > cualquier hombre / mujer, - cualesquiera > cualesquier hombres / mujeres;
b) en masculino y femenino singular: - grande > gran hombre / mujer;
c) en masculino singular solamente:
1) adjetivos determinativos: - alguno > algún hombre, - ninguno > ningún hombre, - primero > primer hombre,
- tercero > tercer hombre, - postrero > postrer hombre;
2) adjetivos calificativos: - santo > san Francisco, - bueno > buen chico, - malo > mal chico. .
Superlativo Admite, además, afijos y morfemas de grado superlativo (los sufijos -ísimo, -érrimo). Es determinado asimismo por adverbios cuantificadores que le confieren los otros grados, el comparativo de igualdad (tan), de superioridad (más) y de inferioridad (menos), así como el grado superlativo analítico (muy bueno).
LA PREPOSICIÓN: es la clase de palabra invariable que introduce el llamado sintagma preposicional. Las preposiciones generalmente tienen la función de introducir adjuntos, y en ocasiones también complementos obligatorios ligando el nombre o sintagma nominal al que preceden inmediatamente con un verbo u otro nombre que las antecede. En algunas lenguas las preposiciones pueden no encabezar un sintagma preposicional, como en inglés donde incluso pueden aparecer al final de la frase.
La lista tradicional de preposiciones del idioma español es: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras.
La lista oficial de la RAE para el español actual es: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, sobre, tras, vía.
De estas series, las únicas preposiciones tónicas son contra y según; el resto son átonas.
Han caído en desuso la preposición cabe, cuyo significado ha sido sustituido por el de la locución conjuntiva junto a, y so, proveniente de la preposición latina sub, que se limita a frases fijas en locuciones conjuntivas como so color de, so capa de, so especie de, so pretexto de, etc.
LA CONJUNCIÓN: es una parte invariable de la lengua que se utiliza para enlazar oraciones y establecer relaciones de jerarquía entre ellas, además de explicar el tipo de relación semántica o de significado que existe entre ellas. Por ejemplo, en Luisa va a trabajar y Raúl se queda en casa, se enlazan dos oraciones para construir una mayor, el tipo de relación que hay entre ambas es de igualdad, de forma que se pueden intercambiar, y se suman los significados de ambas.
La conjunción sólo tiene significado gramatical y no posee significado léxico; su significado lo adquiere en las relaciones oracionales que puede presentar. Valor aditivo: Luisa compra y vende objetos. Valor de oposición: Carmen trabaja y no todos los días.
Entre las conjunciones coordinantes se agrupan: las conjunciones consecutivas, coordinadas, copulativas, adversativas, disyuntivas, explicativas y distributivas.
Consecutivas: Una frase es el resultado de la otra. Son: con que, luego, tan, tanto que", así que, etc.
.Coordinadas: unen palabras u oraciones del mismo nivel sintáctico y son: y/e, o/u, sino y pero.
Copulativas: sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos e indican su adición. Son: y, e, ni, que. "Y" es la conjunción más usada en la lengua coloquial: Sergio ‘y ’ Daniel pasean.
Adversativas: son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: "mas", "pero", "aunque". Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargo, empero, con todo, a pesar de, no obstante, más bien, excepto, salvo, menos...
Disyuntivas: indican alternancia exclusiva o excluyente: o, u, se coloca entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: Llamó Pablo o Carlos. Se emplea u cuando precede a una palabra iniciada por o u ho: Lo hará uno ‘u’ otro, también para evitar la cacofonía.
Explicativas: Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como: o sea, esto es, es decir, mejor dicho, es más: Se fue al otro mundo, es decir, se murió.
Distributivas: indican distribución o alternancia; repiten los términos: o ... o, tanto ... como ...; ejemplo: son tantos como nosotros.
LA INTERJECCIÓN: es un tipo de enunciado en una lengua natural que expresa alguna impresión súbita, exclamativa o un sentimiento profundo, como asombro, sorpresa, dolor, molestia, amor, etc. Sirven también para apelar al interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad, etc.
Las Interjecciones propias, o propiamente dichas, se componen de una única palabra comprendida entre signos de admiración o de interrogación: ¡Ah! ¡Bah!. ¡Guay! ¡Eh! ¿Eh? ¡Hey! ¡Hola! ¡Huy!. ¡Oh. ¡Ojalá! ¡Puaj! ¡Hala! ¡Shhhh! ¡Chito!
Interjecciones impropias que no son interjecciones idiomáticamente originarias, sino sustantivos, verbos o adverbioque ocasionalmente son empleados como interjección, por su significado usual: ¡socorro!, ¡caracoles!, ¡diablos!, ¡rayos y centellas!.. EL ARTÍCULO. Es la palabra que precede al sustantivo para indicar su género y su número, limitarlo y señalarlo. En el castellano hay unos 11 artículos diferentes en singular y plural. Se clasifican así
Determinados:= el, la , los, las - Indeterminados un, una unos, unas.
Neutro: = Lo, - Contractos: Al( a + el ) - Del( de + el ).